Andy ya a crecido con esto significa que sus gustos han cambiado y muchos de los juguetes que hemos conocido han sido tiraros a la basura o donados, solo han quedado unos cuantos incluidos Woody, Buzz, Jessie, Tiro al Blanco, y algunos más han sobrevivido estos largos años. Andy tiene que ir a la universidad y el destino de los juguetes es incierto, entonces decide llevar a Woody con él, mientras los demás juguetes serán llevados al ático, pero un error lleva a todos los juguetes a una guardería que a simple vista parece ser un lugar amigable pero pronto sabrán que no es el mejor lugar para un juguete.
La historia trata varios temas interesantes que van desde los cambios que suceden por la edad, lo que es el abandono y el resentimiento, el abandono; hasta el autoritarismo que incluso se vive en algunos países. A diferencia de lo que les paso a los Simpsons el cambio a las voz de Woody no se siente ni perjudica el excelente doblaje y la historia, el 3D no es necesario porque la trama es lo que se luce y lo que saca adelante al film. Claro que extrañamos a unos viejos juguetes que aparecen en las entregas anteriores pero a cambio nos presentan una galeria de nuevos juguetes que si continúan con la franquicia se armaría una buena historia.
Al contrario de las entregas anteriores es un juguete, Lotso, que se ve agradable por fuera pero guarda un fuerte rencor por los dueños de los juguetes, lo que lo hace uno de los mejores villanos en las películas de Pixar. El final hace que a todo el mundo nos saque una, o más bien varias, lagrimas que nos dará mucho por reflexionar, Toy Story cierra (?) de muy buena manera y al acabar de verla nos hará olvidar por unos momentos de los I-pods, computadoras, celulares y nos darán las ganas otra vez de volver a jugar con nuestros juguetes. Para alguien que cumplirá 18 en unos días, esta es la mejor manera de despedir a la infancia deseando poder ser mejor en el futuro.
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